En la entrada de esta semana cambio de marca, que
parece que tengo acciones en Canon. Y es que el pasado abril, durante la
celebración del NAB Show 2012 (Las Vegas), la empresa Blackmagic Design
presentó una pequeña cámara que va a dar mucho que hablar. De hecho, yo diría
que tiene todas las papeletas de convertirse en el buque insignia del cineasta
independiente.
Blackmagic Design, empresa conocida hasta ahora por
sus sistemas de grabación externos, ha decidido meter un pie en el mercado de
las cámaras de cine digital, que tanto están dando que hablar en los últimos
años. Tras la irrupción del mundo DSLR en el vídeo, esta parece ser la
dirección lógica que va tomando la tecnología cinematográfica.
La Blackmagic Cinema Camera (así es como se llama
este prodigio de la ingeniería) cuenta con un sensor que nos posibilita la
captura desde 1080p hasta 2,5K (increíble) a 24/ 25/ 29,97 y 30p. Graba en
formato RAW de 12 bits de profundidad, y ofrecerá un rango dinámico de 13
pasos. Además permite grabar en discos SSD (a escoger a nuestro gusto) y
tarjetas Compact Flash.
En cuanto a ópticas, la montura que trae incluida
la cámara admite (en la misma bayoneta) lentes EF de Canon y ZE de Zeiss (todo
un deleite). Además tiene una pantalla táctil de 5 pulgadas, e incluye todos
los conectores que podamos imaginar; esto es, lo que tanto en falta echamos en
nuestras queridas cámaras DSLR.
Pero lo más sorprendente de esta cámara no queda
ahí, ya que ya hay actualmente en el mercado cámaras con prestaciones
similares, pero a precios desorbitado. Lo sorprendente de esta cámara está en
el precio, que será de unos 2.300 euros, cuando sea lanzada al mercado
oficialmente.
Podríamos estar hablando, ahora sí que sí, de la
democratización a todos los niveles de la tecnología de cine. Y con la que está
cayendo, es una gran noticia.
Para que la veáis en funcionamiento, os dejo una
review, realizada por CineDigital.tv
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